Entristece ver muerto un animal así, siempre. Me llama la atención la extrema delgadez que presenta. Parecía al borde de la inanición. Vi un documental en el que hablaban de que numerosos cetáceos se ven obligados año tras año a buscar el krill disperso en la superficie en vez de las masas sumergidas en toneladas métricas que ascienden de día de las profundidades para alimentarse del fitoplacton. Malo. De sobra es conocida la supuesta desorientación que puede presentarse ante el constante tráfico mercante. Desde luego que las ballenas son el termómetro ideal para observar el delicado equilibrio de los ecosistemas.
Y pensar que según que países cazan incluso por encima de las leyes de protección...
Saludos