Cada una de tus velas indica la longitud de botavara (boom) y longitud de palo (luff) que necesita (normalmente lo traen escrito en la parte de abajo de la vela y en la bolsa de velas).
Si indica 4.73 por ejemplo de palo (luff) puedes montar un palo de 460 y un alargador que proporcione los 23 cm adicionales.
El palo también ha de tener una dureza adecuada, que es digamos la capacidad de flexión del palo y que se mide con un número IMCS (23, 25, 30, etc).
A mayor tamaño mayor dureza, y está más o menos normalizado, con lo que los palos modernos de 460 tienen todos más o menos la misma dureza (puede haber variación de un punto arriba o abajo, lo que no influye mucho si no es para aprovechar al máximo las capacidades de la vela).
En principio se debe de montar el palo más grande que admita la vela, con el menor alargador posible, no debiendo usar alargadores de más de 30 o como mucho 40 cms. Si usas un alargador muy grande, la parte de abajo del palo no flexa nada y la de arriba es demasiado blanda, con lo que el palo resulta muy blando y con una curva que no es adecuada para la vela, por lo que la vela no funciona muy bien.
El carbono influye únicamente en la velocidad de respuesta del palo: a mayor % de carbono el palo vuelve más rápido tras flexionar y hace una especie de efecto pumping que permite que la vela aproveche mejor el viento y sea más rápida.
Si eres más bien novatillo el carbono no lo notarás demasiado, ya que no irás al límite con la vela, y con un 30 o 50% de carbono será suficiente y te ahorrarás dinero (ya que los palos con mucho carbono son muy caros).
En cualquier caso no te aconsejaría en general palos de 100% de carbono pues son bastante más frágiles y por tanto más delicados (frente a golpes o a la exposición al sol).
La botavaracon que sea de la longitud adecuada es suficiente, aunque cuanto más rígida sea mejor.