Mi caso resumido:
- Navegando en wind desde 1981 (uff)
- Probé el kite en sus inicios (1999), hice kite exclusivamente durante unos 4 años, realmente me enganchó mucho, aunque nunca llegué a venderme lo de wind.
- Se juntaron dos circunstancias: 1) Me empecé a aburrir soberanamente, me cansé incluso de pegar esas voladas que eran impensables en wind. 2) Me pegué una hostia (también soberana) con mi hijo recién nacido y decidí que basta ya.
- Volví al wind, de hecho con velas grandes y Formula, (las antípodas del kite en cuanto a material), retomé las regatas, etc.
- No he vuelto al kite, ni lo echo de menos, ni me gusta estéticamente, aunque si algún día mis hijos me dan la brasa con el kite... habrá que facilitarles el tema.
No creo que sea cuestión de si un deporte es mejor que otro y tal y cual, creo que cada uno que haya probado los dos tiene su experiencia particular. Pero a mi el wind me gusta infinitamente más.