Aún a costa de ser pesado insistiré en que tenemos que ver el problema de manera global.
El tema es grave. Los océanos no pueden soportar el ritmo de depredación a los que los estamos sometiendo.
Tenemos que empezar a pensar que no se puede comer pescado salvaje, como no comemos animales de tierra salvajes.
No se puede estar en contra de la caza de delfines y ballenas y seguir consumiendo a este ritmo el resto de especies.
Es triste y una putada, pero lo de comer pescaíto frito, sardinitas, atún, etc. se tiene que acabar. Sólo pescado de criadero.
Si no lo hacemos, dentro de poco, se acabó. Y una vez que se acaben ciertas especies el resto de la cadena adiós.
Siento ser agorero, pero no vale mirar para otro lado.