No recuerdo un momento en mis veintilargos años a bordo de la Tierra en el que hubiese tantas cosas sucediendo como parece estar ocurriendo hoy en día. ("Hoy" como en el último par de meses más o menos.) Entre los terremotos y los tsunamis, los disturbios en Oriente Medio, la política esquizofrénica de Estados Unidos, Twitter como una herramienta para la revolución, Justin Bieber, fusiones nucleares y similares, parece que una cuestión que viene de tantos años atrás como el problema con los materiales no biodegradables que contaminan los océanos no es relevante y/o digno de cobertura en este minuto a minuto de la era "Info-entretenida" en la que vivimos.
Como surfista, me importa el océano. Y estoy preocupado e interesado también en todos estos rumores naturales y culturales que acechan bajo nuestros pies. Pero lo que ocupa mi mente más vívidamente es esta cuestión de la sostenibilidad. Sostenibilidad en todos los sentidos de la palabra. En realidad creo que la 'sostenibilidad', como concepto, es una de las arterias que conducen al corazón en tantas de nuestras transiciones culturales en juego hoy en día. Y es este concepto lo que me lleva al agua embotellada, y su industria de billones de euros.
Las empresas de bebidas están aparentemente jugando con las mismas reglas que tú y yo usamos. Los mismos trucos del oficio, por así decirlo, son empleados. Yo realizo un dibujo, trabajando con la geometría y el espacio, intentando trazar las líneas de una figura que se ve reproducida en un plano, haciendo así de intermediario entre los técnicos que conciben la idea y aquéllos que la realizan. O por lo menos hago de los garabatos que me pasan algo lo suficientemente atractivo como para que la gente que lo tenga que ver pueda entenderlo. Las empresas de bebidas, viendo un mercado que tenía sed de agua muy bien empaquetada de lugares aparentemente exóticos, se levantó para la ocasión, proporcionándoles una alternativa saludable a los refrescos y cosas así. Este no es mi argumento para lo que trato de explicar ahora, aunque hay una cantidad abrumadora de evidencias que sugiere que gran parte del agua embotellada que nos venden está efectivamente llena con agua de fuentes municipales (agua corriente), pero no, no es esto para lo que estoy. Voy a dejar que continuéis esa conversación en otro momento.
Hoy me gustaría hablar de la idea de usar algo una vez, y luego tirarlo a la basura. En particular, botellas y bolsas de plástico. Dos cosas tan obvias que apenas nos damos cuenta cuántas usamos, cómo muchos las tiramos, y cuántas todavía están alrededor. Flotando como pequeñas plumas poco tóxicas cerca de los océanos de nuestro planeta o incluso en ellos.
Estos pequeños e ingeniosos dispositivos fueron diseñados para durar mucho tiempo. De acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, así como con el Laboratorio Marino de Punta Galea, el contenedor de bebidas de plástico tiene una vida útil alrededor de 450 años. Así que vamos a poner esto en contexto, brevemente, ¿de acuerdo? Compro lo que es agua del grifo, eso sí, muy bien empaquetada en una botella de plástico brillante, me bebo 3/4 de ella (seamos honestos) y luego la tiro a la basura. Sólo para ver que podemos sobrevivir a la amenaza de ser reciclados, (aproximadamente el 10% de botellas de plástico se reciclan, según la Consejería de Medio Ambiente de la Región de Murcia mucho más), y terminan, ya sea en un relleno sanitario, o peor, y es el viento la manera por la que se establecen en un alcantarilla de la ciudad y terminan en el océano. Flotando, flotando, flotando como los cereales en la leche.
Hay cinco giros conocidos dando vueltas en los océanos de nuestro mundo (giro del Atlántico Norte, giro del Atlántico Sur, giro del océano Índico, giro del Pacífico Norte y giro del Pacífico Sur.) Un giro es una espiral que se mueve lentamente por las corrientes creadas por un sistema de alta presión de las corrientes de aire. Una sopa girando, por así decirlo, hecho de lo que existe en el agua. ¡Y en este caso, los giros están girando con millones de toneladas de nuestros olvidados desechos y residuos de plástico!
¡Maldita sea!
El fitoplancton es aparentemente y en teoría lo que más abunda en los alrededores de los giros. ¡Y cómo hemos aprendido en clase de Biología, el fitoplancton es la fuente nutricional raíz de gran parte de los animales oceánicos que invariablemente ayudan en el mantenimiento de los océanos y, a su vez, de nosotros! Los plásticos, de acuerdo con una información dada por Times, constituyen el 90% de toda la basura que flota en los océanos. El programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas estima que en 2006, en cada milla cuadrada de océano había 46.000 piezas de plástico flotante.
Podría seguir durante semanas acerca de cómo esto está afectando a la cadena alimentaria, e inevitablemente, a nosotros. Pero creo que mi idea de escribir esto es servir como un post-it recordando a todos los que habéis leído hasta aquí. Un recordatorio, del tipo; Sabemos lo peligroso e insostenible de estos hábitos nuestros. Hemos sabido durante algún tiempo lo malas que las condiciones han sido y siguen siendo. Hemos sido envueltos demasiado en las comodidades que nos ha brindado todo esto, con el paso definitivo a un lado de nuestra gran capacidad para la negación.
Cuando empecé a involucrarme en esta cuestión, mi esperanza era que me hicieran una petición o demanda de cambios en este documento por parte de nuestros funcionarios del gobierno local y en la medida de lo posible, hacer que esto circulase. Pero todo lo que realmente se necesita para encontrar un profundo sentido de desilusión acerca de nuestro gobierno es la eficiencia de ser testigo de lo difícil que es para la mayoría (insisto en la mayoría) de ellos ponerse de acuerdo sobre las ideas, incluso siendo compañeros. Mientras se disputan la legitimidad de la ciencia del clima y el calentamiento global nuestra situación se sumerge exponencialmente más en esa espuma del abismo sin retorno.
Lo siento por esta imagen tan catastrófica. No nos rindamos aún. De lo que realmente me he dado cuenta hace poco es que si los cambios son significativos y pueden afianzarse, en este tema y en casi todos los temas, tenemos que afrontar el asunto con NUESTRAS propias manos. Una especie de Ambien-gilantes de nosotros mismos, si queréis. No estoy diciendo que debamos utilizar todo reciclado y cometer cero errores con el reciclado de la basura para estar de acuerdo con lo que digo o cualquier cosa, aunque sería muy divertido, diciéndolo de forma más breve, tenemos que poner nuestro dinero donde está nuestra boca. Y en este caso eso significaría DEJAR DE COMPRAR AGUA EMBOTELLADA. LLEVAR TU PROPIA BOLSA DE TELA A LA TIENDA.
Encontrad una bolsa reutilizable que os haga sentir sexy o elegantes al llevarla y olvidad el plástico. Sálvate a ti mismo y aumenta un poco tu ahorro. Será nuestra manera dulce de lanzar un palo puntiagudo a los radios de esta industria masivamente insostenible. ¿Idealistas? Por todos los medios. ¿Posible? Abso-puta-mente. En todo el mundo y desde tiempos inmemoriales tenemos pruebas de que la mayoría se levanta y usurpa al viejo y al anticuado. Es la forma en la que la generación de menores de 30 años está cambiando el medio oriente. Es como si el Grunge triunfase sobre el Death Metal. Es como vamos a salvar nuestro océano, el centro del corazón de este Planeta Tierra. El copo de nieve más bonito. El ave más rara de todas. El único hogar que jamás hemos conocido.
'Sostenibilidad' La palabra es muy sugerente ¿no? No tanto como las palabras, 'Asesinato', 'socialista', 'sexo' o 'religión'. Pero lo que comparte con estos términos del populacho entusiasta es que evoca algo diferente en cada persona y nos ayuda en la medida de lo posible. Para la extrema derecha, esta palabra es igual a la pérdida del empleo, la inestabilidad económica, Mario Gaviria, Chico Mendes, las pulseras de cáñamo, los hippies y las masas sin lavar. Para la extrema izquierda es igual a las flechas que se dispararon a la derecha, un juego vicioso sobre la culpabilidad mutua, los empleos verdes, las pulseras de cáñamo, los hippies, y la espina triunfal en el lado del conservadurismo y el neoliberalismo.
Estoy confundido, sobre todo porque no sé a quién pertenece cada lado del ring. Tanto es así que ambos extremos del espectro están empezando a sonar muy parecidos. Esta palabra evoca sentimientos y pensamientos en mí también. Pero a diferencia de nuestros amigos de ambos extremos, que siempre chapotean y suben y bajan en sus interpretaciones, me siento lleno en el centro, lleno de esperanza cuando escucho este término.
Ser como soy, para mi bienestar y supervivencia, me hace promover a mí alrededor un lugar de respeto e interés en lo que considero para mí las cuestiones más relevantes. Una persona sabia me dijo una vez “Posiciónate en cada cuestión”. Y si la pregunta más relevante hoy en día es, "¿Cómo podemos seguir adelante con la humanidad de la manera más reflexiva, conviviendo y de manera responsable?" Entonces os contestaré sólo con esto, " Sostenibilidad”.

Como surfista, me importa el océano. Y estoy preocupado e interesado también en todos estos rumores naturales y culturales que acechan bajo nuestros pies. Pero lo que ocupa mi mente más vívidamente es esta cuestión de la sostenibilidad. Sostenibilidad en todos los sentidos de la palabra. En realidad creo que la 'sostenibilidad', como concepto, es una de las arterias que conducen al corazón en tantas de nuestras transiciones culturales en juego hoy en día. Y es este concepto lo que me lleva al agua embotellada, y su industria de billones de euros.
Las empresas de bebidas están aparentemente jugando con las mismas reglas que tú y yo usamos. Los mismos trucos del oficio, por así decirlo, son empleados. Yo realizo un dibujo, trabajando con la geometría y el espacio, intentando trazar las líneas de una figura que se ve reproducida en un plano, haciendo así de intermediario entre los técnicos que conciben la idea y aquéllos que la realizan. O por lo menos hago de los garabatos que me pasan algo lo suficientemente atractivo como para que la gente que lo tenga que ver pueda entenderlo. Las empresas de bebidas, viendo un mercado que tenía sed de agua muy bien empaquetada de lugares aparentemente exóticos, se levantó para la ocasión, proporcionándoles una alternativa saludable a los refrescos y cosas así. Este no es mi argumento para lo que trato de explicar ahora, aunque hay una cantidad abrumadora de evidencias que sugiere que gran parte del agua embotellada que nos venden está efectivamente llena con agua de fuentes municipales (agua corriente), pero no, no es esto para lo que estoy. Voy a dejar que continuéis esa conversación en otro momento.
Hoy me gustaría hablar de la idea de usar algo una vez, y luego tirarlo a la basura. En particular, botellas y bolsas de plástico. Dos cosas tan obvias que apenas nos damos cuenta cuántas usamos, cómo muchos las tiramos, y cuántas todavía están alrededor. Flotando como pequeñas plumas poco tóxicas cerca de los océanos de nuestro planeta o incluso en ellos.
Estos pequeños e ingeniosos dispositivos fueron diseñados para durar mucho tiempo. De acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, así como con el Laboratorio Marino de Punta Galea, el contenedor de bebidas de plástico tiene una vida útil alrededor de 450 años. Así que vamos a poner esto en contexto, brevemente, ¿de acuerdo? Compro lo que es agua del grifo, eso sí, muy bien empaquetada en una botella de plástico brillante, me bebo 3/4 de ella (seamos honestos) y luego la tiro a la basura. Sólo para ver que podemos sobrevivir a la amenaza de ser reciclados, (aproximadamente el 10% de botellas de plástico se reciclan, según la Consejería de Medio Ambiente de la Región de Murcia mucho más), y terminan, ya sea en un relleno sanitario, o peor, y es el viento la manera por la que se establecen en un alcantarilla de la ciudad y terminan en el océano. Flotando, flotando, flotando como los cereales en la leche.
Hay cinco giros conocidos dando vueltas en los océanos de nuestro mundo (giro del Atlántico Norte, giro del Atlántico Sur, giro del océano Índico, giro del Pacífico Norte y giro del Pacífico Sur.) Un giro es una espiral que se mueve lentamente por las corrientes creadas por un sistema de alta presión de las corrientes de aire. Una sopa girando, por así decirlo, hecho de lo que existe en el agua. ¡Y en este caso, los giros están girando con millones de toneladas de nuestros olvidados desechos y residuos de plástico!
¡Maldita sea!
El fitoplancton es aparentemente y en teoría lo que más abunda en los alrededores de los giros. ¡Y cómo hemos aprendido en clase de Biología, el fitoplancton es la fuente nutricional raíz de gran parte de los animales oceánicos que invariablemente ayudan en el mantenimiento de los océanos y, a su vez, de nosotros! Los plásticos, de acuerdo con una información dada por Times, constituyen el 90% de toda la basura que flota en los océanos. El programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas estima que en 2006, en cada milla cuadrada de océano había 46.000 piezas de plástico flotante.
Podría seguir durante semanas acerca de cómo esto está afectando a la cadena alimentaria, e inevitablemente, a nosotros. Pero creo que mi idea de escribir esto es servir como un post-it recordando a todos los que habéis leído hasta aquí. Un recordatorio, del tipo; Sabemos lo peligroso e insostenible de estos hábitos nuestros. Hemos sabido durante algún tiempo lo malas que las condiciones han sido y siguen siendo. Hemos sido envueltos demasiado en las comodidades que nos ha brindado todo esto, con el paso definitivo a un lado de nuestra gran capacidad para la negación.
Cuando empecé a involucrarme en esta cuestión, mi esperanza era que me hicieran una petición o demanda de cambios en este documento por parte de nuestros funcionarios del gobierno local y en la medida de lo posible, hacer que esto circulase. Pero todo lo que realmente se necesita para encontrar un profundo sentido de desilusión acerca de nuestro gobierno es la eficiencia de ser testigo de lo difícil que es para la mayoría (insisto en la mayoría) de ellos ponerse de acuerdo sobre las ideas, incluso siendo compañeros. Mientras se disputan la legitimidad de la ciencia del clima y el calentamiento global nuestra situación se sumerge exponencialmente más en esa espuma del abismo sin retorno.
Lo siento por esta imagen tan catastrófica. No nos rindamos aún. De lo que realmente me he dado cuenta hace poco es que si los cambios son significativos y pueden afianzarse, en este tema y en casi todos los temas, tenemos que afrontar el asunto con NUESTRAS propias manos. Una especie de Ambien-gilantes de nosotros mismos, si queréis. No estoy diciendo que debamos utilizar todo reciclado y cometer cero errores con el reciclado de la basura para estar de acuerdo con lo que digo o cualquier cosa, aunque sería muy divertido, diciéndolo de forma más breve, tenemos que poner nuestro dinero donde está nuestra boca. Y en este caso eso significaría DEJAR DE COMPRAR AGUA EMBOTELLADA. LLEVAR TU PROPIA BOLSA DE TELA A LA TIENDA.
Encontrad una bolsa reutilizable que os haga sentir sexy o elegantes al llevarla y olvidad el plástico. Sálvate a ti mismo y aumenta un poco tu ahorro. Será nuestra manera dulce de lanzar un palo puntiagudo a los radios de esta industria masivamente insostenible. ¿Idealistas? Por todos los medios. ¿Posible? Abso-puta-mente. En todo el mundo y desde tiempos inmemoriales tenemos pruebas de que la mayoría se levanta y usurpa al viejo y al anticuado. Es la forma en la que la generación de menores de 30 años está cambiando el medio oriente. Es como si el Grunge triunfase sobre el Death Metal. Es como vamos a salvar nuestro océano, el centro del corazón de este Planeta Tierra. El copo de nieve más bonito. El ave más rara de todas. El único hogar que jamás hemos conocido.
'Sostenibilidad' La palabra es muy sugerente ¿no? No tanto como las palabras, 'Asesinato', 'socialista', 'sexo' o 'religión'. Pero lo que comparte con estos términos del populacho entusiasta es que evoca algo diferente en cada persona y nos ayuda en la medida de lo posible. Para la extrema derecha, esta palabra es igual a la pérdida del empleo, la inestabilidad económica, Mario Gaviria, Chico Mendes, las pulseras de cáñamo, los hippies y las masas sin lavar. Para la extrema izquierda es igual a las flechas que se dispararon a la derecha, un juego vicioso sobre la culpabilidad mutua, los empleos verdes, las pulseras de cáñamo, los hippies, y la espina triunfal en el lado del conservadurismo y el neoliberalismo.
Estoy confundido, sobre todo porque no sé a quién pertenece cada lado del ring. Tanto es así que ambos extremos del espectro están empezando a sonar muy parecidos. Esta palabra evoca sentimientos y pensamientos en mí también. Pero a diferencia de nuestros amigos de ambos extremos, que siempre chapotean y suben y bajan en sus interpretaciones, me siento lleno en el centro, lleno de esperanza cuando escucho este término.
Ser como soy, para mi bienestar y supervivencia, me hace promover a mí alrededor un lugar de respeto e interés en lo que considero para mí las cuestiones más relevantes. Una persona sabia me dijo una vez “Posiciónate en cada cuestión”. Y si la pregunta más relevante hoy en día es, "¿Cómo podemos seguir adelante con la humanidad de la manera más reflexiva, conviviendo y de manera responsable?" Entonces os contestaré sólo con esto, " Sostenibilidad”.
